Descripción

¿Cuál es tu sabor?

Descubre si tus gustos y los de tu pareja son compatibles con esta emocionante colección de preguntas y desafíos. A medida que respondan y realicen las distintas pruebas, recorrerán el tablero del juego hasta llegar a un resultado final: ¿Kinky o Vainilla?

El juego incluye:

• 1 tablero
• 2 peones
• 1 libro de instrucciones
• 90 cartas de desafíos y preguntas

Introducción

Dicen que el sexo es como estar en una heladería, con una infinidad de sabores, toppings y galletas para elegir. Puede que, al final, optes por el clásico sabor de vainilla. ¿Hay algo de malo en eso? Tal vez sea tu favorito, el que más disfrutas y el único que te hace salivar. O quizá aún no has encontrado tu verdadero sabor. El sexo Kinky abarca todos los demás sabores, algunos más atrevidos y raros, y otros no tanto.

Reglas del juego

El juego empieza con ambos peones en la casilla de inicio del tablero. Las cartas se barajan y se colocan boca abajo en un montón.

El jugador de mayor edad comienza, tomando una carta del montón y eligiendo una de las opciones que se presentan. Dependiendo de la opción a, b o c, avanzará a la casilla correspondiente, indicada por una flecha. Estas flechas guiarán el recorrido por el tablero.

Después de cada turno, los jugadores colocarán la carta al final del montón. Luego, será el turno del otro jugador. Cuando ambos lleguen al resultado final, Kinky o Vainilla, comprobarán su compatibilidad y descubrirán qué tipo de pareja son al final del libro de instrucciones. Después, podrán continuar su aventura sexual a su manera. Cuanto más rápido llegue un jugador a su sabor de helado, más Kinky o Vainilla será.

Si el recorrido es largo, significa que su sabor tiene matices y no es puramente Kinky o Vainilla. Algunas casillas contienen desafíos eróticos para realizar en solitario o en pareja. Es crucial que ambos den su consentimiento, ya que uno puede ser más atrevido que el otro, y este último podría sentirse incómodo con algún desafío. En ese caso, el más atrevido deberá imaginar las pruebas sin llevarlas a cabo.